Posada la Casona de Los Guelitos

Típica posada cántabra muy cuidada al detalle en un lugar muy tranquilo pero cerca de todo. El recibimiento fue extraordinario. La habitación era pequeñita pero muy cómoda y con todo lo necesario. Tenía una ventana a un precioso jardín.

No habíamos advertido que una de las tres personas que nos alojábamos tenía cierta dificultad con las escaleras, y nos cambiaron a una habitación del piso bajo sin ningún problema. Si bien se notaba que no estaba preparada y había olor a humedad, la habitación era grande u confortable.

Estuvimos muy agusto en la casona, rentamos la casita que tienen para 6 personas, tienen todo lo necesario para estar ahí muy agusto. El anuncio decía que el check in era entren3 y 8:30, cosa que si fue cierta pero tenías que avisar antes sparanque hubiera alguien, este fue el único detalle. De ahí en fuera todos muy amables y la casa muy linda

Fantástico lugar, hay zona exterior para que los niños jueguen un poco ( terreno con césped) la responsable muy atenta , el desayuno genial ( elegimos dos tipos diferentes) Fuimos dos adultos y un niño y nos encantó, es la primera vez que nos alojamos en una casona y tiene un encanto especial. Repetiremos !!

Muy buen sitio para dormir y descansar. Muy bien atendido, con buena limpieza y muy buen desayuno.

Nos ha encantado este Caserio. Está a un kilómetro de Santillana. Está muy bien decorado y conservado. La limpieza buena. El personal muy amable. Mucha tranquilidad. El desayuno correcto, aunque lo vi caro. Lo recomiendo para una escapada sin dudarlo.

Una estancia de dos días muy tranquila, todo esta muy cuidado para que te sientas bien, se ve que es la típica casa de allí de toda la vida, que es lo que buscas en este tipo de alojamientos, muy bonita, desde la entrada del parking ya vas pensando, que guay esto!!!!í Los desayunos espectaculares, he leído algún comentario de hace unos años diciendo que no eran para tanto, pues bien; sin avisar de que era celiaco antes del check in, descubro que a la mañana siguiente hay en la mesa tres tipos de pan y dos tipos de galletas, todas sin gluten, aparte de la bollería artesana y los panes para el resto de la familia... jamón bueno para hacer la clásica tosta con tomate buenísima, fruta, mantequilla y mermeladas que no son las de la seguridad social precisamente (que cuando nos fuimos compramos dos), zumo recién exprimido, aparece allí una tortilla reciente para cada uno en mitad del desayuno. Si no me equivoco no dan otro servicio, os aseguro que te hacen desayunar bien. El resto de la estancia la hicimos de visita a Santillana del Mar, al laberinto de Villapresente, cuevas del Soplao, Bosque de Sequoias, muchas cosas que ver, muy cerca, ideal para operación primavera u otoño, pero si quieres playas también están a tiro piedra. Recomiendo.

La posada es un lugar muy bonito. Elisa fue muy atenta y predispuesta para atendernos. Nos sugirió una visita a un precioso acantilado cercano. Por otra parte, está en un lugar apartado sin restaurantes o supermercados cercanos por lo que es necesario coger coche. El cuarto de baño es muy pequeño, por lo menos en nuestra habitación

Estuvimos un par de días y una lastima que no pudieras quedarnos más, porque la verdad que el alojamiento es maravilloso y la atención de Elisa es de 10. Sin duda volveremos Muchas gracias por todo