Hotel Casa El Zaguan

Bonita casa y bonito enclave, pero muy mal atendida y equipada. Necesita una remodelación integral urgente para poder ofrecer lo que intentan vender. Hoy no reúne las condiciones de habitabilidad mínimas para recibir turismo en invierno. Reservé tres noches entre el 20 y 23 febrero 2023 con mis dos hijos y ante el frío de la primera noche optamos por marcharnos al segundo día. La casa es muy fría y la calefacción es simbólica con mini radiadores viejos que no calientan nada. Hay que tener en cuenta que Vilaflor está a casi 1.500 metros de altura y las noches son muy frías. Falta aislamiento en las habitaciones tanto térmico cómo acústico pues las paredes son delgadas y se escucha todo. Las ventanas son de cristal simple y el frío penetra en las habitaciones, hay que poner doble cristal tipo climalit. Hay que cambiar la caldera de calefacción y los radiadores deben ser mucho más grandes y eficientes. Las puertas necesitan un buen repaso pues no cierran bien. Los baños están obsoletos y sucios. El comedor es muy bonito con cristaleras y buenas vistas, pero está vetusto y si hablamos de los desayunos son de muy baja calidad. Productos de tercera con un café inmundo y bollería congelada que cuando la sacan del horno la masa está cruda. La recepción muy mal atendida, te pasas mucho tiempo esperando a que alguien baje a la recepción. Marina la recepcionista le falta experiencia y autocontrol, no acepta ningún comentario que solventa con patológica soberbia. El dueño no aparece y no atiende el teléfono y además no habla español. En definitiva que para llevar un negocio hay que invertir dinero y estar encima. No vale este falso colegueo enmascarado de ecológico y sostenible para vender un alojamiento que podría ser bueno si cambian las cosas. La wifi es simbólica y no llega a las habitaciones. Algunas habitaciones son ciegas y la ventana da al pasillo de entrada.