Delta Eco Hotel

Muy buen servicio. Las comidas variadas y abundantes. Muy buenas. Tienen en cuenta algun trastorno alimenticio que puedan tener. Tienen leche de almendras. Personal muy atento y amable. Quizás al haber poca gente me hubiese gustado un bungalow con vista al canal. Nos encantó poder andar en kayak

Lo primero que quiero mencionar es que en este hotel no es buena la relación calidad-precio. Si bien es un momento ‘raro’ del país que no se sabe lo que es barato y lo que es caro, estoy convencido que fue una estadía cara la que pagamos. La habitación que esta dentro del complejo (no hablo de los bungalows porque no los conozco) es bien básica, la cama es dura, el acolchado es de mala calidad, el espacio para guardado de ropa ¿placard? ni siquiera es cerrado. El baño no tiene para colgar batas o toallas, tampoco secador de pelo. Aclaro que menciono esto de la habitación por el precio que cobran, si cobraran…no se…la mitad no mencionara nada de esto. Debajo de donde esta emplazado el complejo (que esta a altura por la posibilidad de inundación que hay en la zona) hay escombros, suciedad como si fuera algo demolido. La calidad de la comida es regular a mala, la atención de los camareros es pésima. El circuito de spa y la pileta al aire libre es aceptable, le falta mantenimiento, pero no está mal. Para destacar, la buena onda de los animadores y de un chico que creo que lo apodan ‘ruso’ El entorno natural es una maravilla, perfecto para desconectar y aislarse de la vorágine.

El lugar es muy lindo! para desconectar, lo unico es que algunos meseros atienden de forma muy despectiva si tenes algguna dieta especifica, por mas que se llene un formulario con semanas de anterioridad se enteran en el momento y no te dan muchas opciones. Una de las meseras se refirio como chica, a un chico con pelo largo, y si el resto comian "normal" al referirse a que una persona era vegetariana. a la persona vegetariana tanto cena como almuerzo de un jueves solo ofrecieron ensalda de entrada y pasta de comida. hubo que insistir para que una entrada la variaran con muzzarellitas, que bueno que no se es vegano o celiaco porque sino al horno. Quitando la mala onda de los camareros el resto de personal es increible y super serviciales. Hay que tener mejor organizacion con el tema comida, ya que no se permite alimentos, y el menu es bastante escaso para el precio final por noche. Deberian avisar cuando el parque se encuentra en construccion y cuando varias opciones de entretenimiento tambien se encuentran deshabilitadas.

Estuvimos desde el viernes a la mañana hasta el domingo por la tarde. Excelente estadía. Muy buena y amable la atención desde la recepción, mozos (especialmente Diego), las chicas de recreación (muy simpáticas y con mucha onda), también muy atentas las chicas del Spa y el personal de mantenimiento. La comida muy rica y abundante. La sala de juegos muyy completa. Todo muy lindo!!

Reservar mi estadía en Delta Eco Hotels fue increíblemente fácil. Usé ******* para hacer la reserva y el proceso fue sencillo. El sitio web brindó todos los detalles necesarios sobre el hotel, incluidas sus iniciativas ecológicas, servicios y opciones de habitaciones. Si alguna vez necesitas ayuda durante el proceso de reserva, puedes comunicarte con el servicio de atención al cliente de ******* al +54 115-219-4129, que está disponible las 24 horas, los 7 días de la semana.

Estuve en Delta Eco Hotel con un grupo de 8 personas para un retreat laboral, y fue, sin dudas, la peor experiencia hotelera de mi vida. Desde el inicio, las exigencias fueron excesivas, como definir con anticipación el menú de todos los días para el grupo. A nuestra llegada (con retraso de la lancha taxi que pagamos al hotel), nos encontramos con bungalows sin preparar y bañeras con agua podrida. El espacio asignado para nuestras sesiones de trabajo remoto tenía una televisión que no funcionaba, y el servicio fue lamentable. La comida fue lo peor: porciones pequeñas, sin sabor y de bajísima calidad nutricional. Nos llegaron a servir de entrada dos rodajas de pan con una mancha de pesto, seguido de comida apanada sin gusto y un budín de pan de postre. Varias veces cambiaron el menú sin consultarnos e incluso cuando todos los no vegetarianos esperaban la famosa “bondiola braseada” en la última comida de la estadía impusieron a todos un menú vegetariano (de bajisima calidad) sin previo aviso. Exigimos el cambio y se pusieron a cocinar en ese momento bifes gruesos de bondiola que salieron duras e incomibles. Pasaban 8 o 9 hs entre comida y comida y no ofrecian merienda o algo en el medio y cuando llegabas desesperado a la noche a comer te ponian en la mesa solo pan. Si no estábamos a la hora exacta de la comida, nos rastreaban por el hotel para que fuéramos a comer porque “sacan todos los platos juntos”. El servicio general dejó mucho que desear: en recepción había personal ausente la mitad del tiempo, en la zona de la piscina nunca había nadie para atender, y cuando logramos pedir algo, fue un problema. No había música ambiente, y si llegabas unos minutos tarde a la comida, te miraban mal. Además de las malas instalaciones y el pésimo trato, los precios son absurdos para el nivel de servicio: nos quisieron cobrar **15.000 dólares por 4 noches**. Claramente, se aprovechan de la ubicación en una isla para imponer reglas arbitrarias y precios desorbitados. El segundo día hablé con la encargada, pero todo siguió igual o peor. Terminé **escapándome en una lancha colectiva** para llegar a Tigre y poder comer algo decente, porque al cuarto día ya me sentía debilitado por la mala alimentación. Lo mas loco y extraño es que es un hotel con capacidad para mas de 100 personas y nosotros eramos 8 mas 4 pasajeros mas. El último dia estabamos solos y fue cuando quitaron el menu de carne. Viajo con frecuencia y me he hospedado en hoteles de todo tipo, pero **este ha sido, sin dudas, el peor en mis 45 años de vida**. No lo recomiendo bajo ninguna circunstancia. Adiunto foto de la bañera con agua podrida.