Hotel de Montaña la Hortizuela

Estuvimos en este hotel del 29 al 1ero enero 4 parejas. El primero día comimos al hotel, era caro pero de buena calidad. Habíamos reservado la cena de noche vieja sabiendo el menú que nos pareció un poco justo cuanto a los platos y las bebidas, pero no era una noche para coger el coche por la montaña. Fui un robó total. Pagamos 60 euros por comensal. Empecemos: Pate de perdiz salvaje, nos lo dieron gratis de tapas el 29 Embutidos caseros, pequeñas rodajas de chorizo y salchichón Queso puro de oveja 2 lonchas por persona Surtido de ochios de Baeza con morcilla, era un panecillo descongelado frío como chicle con un poco de morcilla caliente, nadie se lo comió, y un otro con jamón serrano más duro incomible Croquetas de chef fui el único bueno pero hemos tenido que reclamar porque los había olvidado. Además nos traigo solo dos platos de 6 pequeñas por 8 personas, el camarero accedido a darnos un más. Coctel de marisco, fue tremendo una salada rusa con surimi, nunca en mi vida he visto eso... Sorbet de limón era de color verde y el gusto era más mente que limón... Plato principal secreto ibérico que llegó quemado y seco, o emperador congelado sin gusto ninguno que no comí, o carrillada que fue correcto. Lo mejor de lo mejor todos los platos acompañando de patatas fritas recalentadas asquerosas. Surtidos de postres de la casa que no eran caseros. Bebidas : 2 refrescaos o cervezas, 1 agua mineral y 1 vino de la casa por 4 personas por toda la cena, tanto el tinto que el blanco malísimo y ácido. Uvas de la suerte con granos grandes y ácidos. Decían copa de sidra o cava ninguno de los dos fue un vino espumoso de mala calidad ácido y querían darnos 1 botella por 8 personas, que reclamos 1 otra. El camarero a regañadientes nos dio una otra, Esta cena era un menú de carretera con un poco más de platos Además cuando terminó la cena a las 22h30, fuimos al salón para esperar las uvas. No había sitio para toda la gente de la cena es decir que una familia con 3 hijos y 2 parejas se quedaron de pie hasta las 00. No había animación tampoco cotillones solo la televisión. Una vergüenza de cena. El día siguiente pedí al desayuno por mi marido que no había cenado casi nada, una tortilla francesa o huevos al agua, me contestaron que no había huevos. Un momento más tarde un cliente pidió un bocadillo de tortilla francesa para llevar de excursión y ahí había. Un escándalo