Hotel Milano

Volví al Hotel Milano tras 40 años. Lo han renovado, y por supuesto, las cosas cambiaron pero al mismo tiempo sigue siendo el mismo Milano de siempre, de una familia que da la bienvenida a otra. Uno se siente como en su casa. Por trabajo viajamos con frecuencia y nos alojamos ya en cantidad de hoteles. El Hotel Milano es un hotel con aire a hogar. Todo es agradable: las camas y almohadas, cómodas y por primera vez en un hotel (y eso que este es 3 estrellas) encontré almohadas perfectas. La heladerita de la habitación, excelente. El baño limpio, moderno, con una ducha buenísima. El desayuno es para extrañar cuando volviste a casa: panes, facturas, café riquísimo, jugos, yogur, huevos revueltos, fiambres y queso, agua para el mate disponible todo el día también... La galería de ingreso tal como recordaba que era: con sillones y mesitas, lindísima para tomar unos mates. Lo que en otros hoteles es un lobby, en el Hotel Milano es el living de tu casa, con sillones cómodos, TV, algunos libros para que elijas, un lugar cálido y bello. No usamos la piscina porque nos gusta más la playa, pero vi que otros huéspedes la disfrutaban. Nuestra habitación en PB tenía balconcito con mesa y dos sillas, y veíamos la piscina y el mar, cerquita. La ubicación del hotel es excelente. Las señoras de la limpieza son muy amables. Y dejé para lo último la mejor imagen: Victoria, Pedro y Lucas en la recepción. Los dueños han elegido MUY BIEN a su personal. Son tan bien dispuestos, tan educados y agradables, tan comprensivos si uno tiene alguna dificultad, que volví a sentir que estaba como en casa, igual que hace tantos años cuando iba y me quedaba allí (lamenté mucho lo de Maribel, tan amorosa, QEPD). Si tus expectativas al alojarte en un hotel son las de sentirte como en tu casa y sin complicaciones, esta es la mejor elección.

Muy buen punto de la cuidad, excelente atención de personal , muy simpáticos y a la orden siempre , excelente la limpieza . Las camas ,los colchones no eran muy cómodos, pero hizo la diferencia , la atención del personal.

Hotel Milano, Punta del Leste está muito bem localizado, próximo aos principais pontos turísticos como "las Manos" e as praias brava e mansa, além de situar-se próximo as ruas movimentadas com comércio variado, restaurantes, mercados da cidade. O hotel tem uma equipe bastante simpática sempre dispostos a atender o turista. Não espere luxo, apenas o básico para deitar e dormir; o problema encontrado foi a ausência de frutas variadas e meialunas "frescas" no café da manhã. Roupa de cama, limpeza do quarto e das áreas comuns são boas. Como passei o Natal, procurei entender a frequência de abertura do comércio próximo e quais eram os serviços do hotel para esta data. Foi tudo perfeito.

Só fiquei neste hotel porque a pousada ao qual havia reservado era lastimável em mal estado total, então não seria minha escolha ficar no Milano, mas posso dizer que é limpinho, tive um.bom café da manhã e os funcionários são bem educados e atenciosos.

Era nuestra primera vez en Punta del Este en muchos años. Y no podemos obviar el hecho de que hoy resulta casi prohibitivo venir aquí. Elegimos un hotel apropiado a nuestras posibilidades, tres estrellas: 144 dólares la noche. Los problemas comenzaron antes de llegar, en que me enviaron el siguiente mensaje: “queríamos comentarle que debido a un problema con el mantenimiento el la habitacion que teníamos asignada para usted conseguimos derivar su reserva a uno de nuestros Hoteles.” El hotel en cuestión no tenía piscina y nos proponían el “estacionamiento gratuito” como compensación. Y si queríamos podíamos ir a la piscina del hotel. Me queje y “convirtieron” una habitación doble en triple. Absolutamente opresiva y claustrofóbica. No me quejé más porque eran pocos días y estaba en familia. Pedimos unas toallas para ir a la piscina, y nos cobraban 6 DÓLARES!!! para prestárnoslas. Toallas para una piscina que ellos proveían. Cuando nos dieron la habitación que correspondía (la segunda noche) nos sentimos en Dubai. Absolutamente diferente. No se si sobrevendieron o realmente les paso algo pero no me satisfizo la “solución”. Y encima no me descontaron un centavo del precio. Una vergüenza. Y para más inri, el desayuno bastante deficiente. Muy incómodo para servirse, parecía diseñado para complicar la vida al pasajero. Y el segundo día de desayuno, colapsado todo, tuvimos que ir a desayunar a una mesa de la calle. Y el personal brillaba por su ausencia. Realmente olvidable. Una pena porque es un hotel bonito súper bien ubicado; pero muy pero muy mal atendido.