Hotel Soleado

Si bien conozco Pinamar, está creciendo mucho, noto que los comercios fuera de las fechas turísticas, hacen malabares para mantenerse los que quedan abiertos. Sin saber del rubro, y mirando desde la vereda del frente, quizá el municipio y los servicios deberían tener una tarifa diferencial para las épocas de vacas flacas. Efecto que puede tener una recaudación positiva, ya que si no los contratos temporales hacen que recauden todos, pero cuando cierran ... pierden todos, sobretodo los propietarios que apostaron a Pinamar.

Lo mejor la ubicación el personal muy atento si no queres ruidos no es el lugar el servicio de playa es malo las reposera son exclusivas del que las puede encontrar ya que nadie las devuelve como seria lo normal. La ducha es complicada ya que pasa de caliente a frío independiente de que uno la pueda regular .El desayuno bueno. Creo que no volvería espero que mejoren porque esta muy bien hubicado.

Muy agradable el ambiente. Muy buen desayuno. Instalaciones confortables. La ubicación también es muy buena a metros del mar y a unas cuadras del centro de Pinamar. Ofrecen toallas para la playa. El personal es muy ameno. La habitación contaba con aire acondicionado

El hotel es agradable y tiene una ubicación óptima; personal amable, buen desayuno, habitación cómoda. Hay disponibles toallas para llevar a la playa, lo cual está muy bien. Sin embargo, tengo que marcar algunos aspectos negativos importantes: no cuenta con ninguna salida de emergencia, ni con indicaciones sobre vías de evacuación en caso de algún siniestro. Solamente vi el matafuegos ubicado al final de un largo pasillo sin salidas alternativas. Al segundo piso se accede únicamente por una escalera de servicio empinadísima, con escalones más altos de lo habitual y muy estrechos (no cabe un pie en posición normal): la pesadilla de cualquier persona con alguna dificultad de movilidad, por mínima que fuere, y una trampa en caso de emergencia. No entiendo cómo el municipio autoriza que un hotel funcione en esas condiciones. De menor importancia, pero también a tener en cuenta: de las cañerías emana un tremendo olor a pozo continuamente; la ducha funciona de manera errática. Nadie asiste a los pasajeros con el equipaje ni al llegar ni al irse, y la habitación doble tiene solamente una mesita de luz. A pesar del lindo lugar y de sus varias virtudes, no creo que califique realmente como un tres estrellas.