Hotel Ariosto

El hotel completo está sucio, las alfombras con polvo acumulado por años, las habitaciones con falta de aseo, baños incómodos, las toallas tan antiguas que llegan a raspar por estar duras y ásperas. El desayuno muy malo y con poca variedad, la atención en el comedor muy mala, con malas formas, desgano y cero cordialidad. Pedimos agregar una mesa para poder desayunar los 8 de la familia juntos, la cara que nos puso la garzona fue de rabia. Colocó las tazas tirándolas, no pudo servilletas y respondió que no había más de nada. Cuando nos retiramos del hotel nos estacionamos en el espacio reservado del mismo hotel en el frontis, nos estuvieron apurando en todo momento para que nos fuéramos porque iban a llegar otros huéspedes desde el aeropuerto. Sólo un par de personas en recepción y una señorita mucama fueron MUY amables. Insisto: NO SE HOSPEDEN AQUÍ.

Un desastre, desde donde lo mire... Lo único que voy a rescatar, y quiero compartirles primero es la atención del muchachito, el conserje que es maltratado constantemente, y la atención y calidez de las mucamas y las chicas del desayuno. Mientras que la atención de la "encargada" (que cree que es encargada de un NH), y la de los dos recepcionistas, todos pasados de moda y faltos de el más mínimo respeto y atención, no debieran trabajar en un hotel turístico.. parecieran más bien recepcionistas se un hotel familiar, un destrato jamás visto en el rubro, cero predisposición, no siquiera un "buenas tardes" o un "hasta luego"... Desastre. Llegamos al hotel, el hotel no tenía agua, y no nos dejaron ingresar.. esperar en la sala de espera, fue de las peores experiencias, un lugar gris, triste, y oloroso... Al tomar por fin la habitación encontramos que para poder usar el inodoro, teníamos que correr la horrenda cortina de plástico de la precaria ducha, ducha que, cuando tomas una ducha, moja por completo el baño, y amenaza a la vetusta alfombra, vieja y corroída de la habitación. Imaginen nuestra sorpresa, cuando al abrir el placard, nos quedamos con la puerta en las manos .. se salió del placard... Una venta mínima y horrible que solo da a una pared .. Cajones sucios... Llamé a la recepción, y vino una mucama... Saca una franela y limpia el cajón... Le dije.. le podes poner un lustramuebles... O algo?... Y me dijo, con mucha vergüenza.... "No.. no... Acá no hay eso, acá limpiamos solo con el trapo". Vergüenza. Afortunadamente nos cambiaron de habitación, pero la mejora fue solo del 5% (siendo generosas). El desayuno.. para el olvido... A veces medialunas frescas, y a veces duras como Fantino. Manteca y mermelada, solo a requerimiento. Una mañana escuchamos a la súper encargada, desesperada.. a los gritos... "Agarra 400 pesos y anda a comprar bananas y manzanas... Anda... Anda!!" Hasta el momento, no habíamos visto fruta en el desayuno, ni de casualidad... Pusieron un plato lleno de naranjas, manzanas.. y limones! Por qué el apuro con las frutas? Estaba llegando el dueño del circo ... No sea cosa que el hombre se entere del mal servicio. En fin... Mejor traer bolsa de dormir, para tirarte en una plaza, antes que contratar este hotel.