Hotel Rural Real de Laroles Nevada Bike and Treeking

Limpio, atencion de Ramon esplendida, muy atento, desayuno ( tostadas de lo que te apetezca) en general muy acogedor y mucha tranquilidad. El entorno paisajistico inpresionante, muy diferente de dia que de noche, dos contrastes dignos de observar y fotografiar

Es un hotel pequeño, de apenas siete habitaciones, en un pueblo de lo que podría llamarse la Alpujarra profunda, lejos del masificado Barranco del Poqueira aunque también menos bonita. Lo regenta Ramón, un personaje sin duda peculiar que en su azarosa vida parece haber hecho absolutamente de todo. Cuando se pone a hablar puede perder la noción del tiempo, pero cuenta historias muy simpáticas y es, por encima de todo, una persona servicial que se preocupa muchísimo del cliente. Nos alojamos en una suite compuesta por una habitación con cama de matrimonio y otra con un sofá-cama dispuesto para nuestra hija. Todo fueron atenciones para que estuviéramos allí como en casa. Por la noche se respira el silencio, y desde luego también se agradece. Y por la mañana sirven un desayuno riquísimo donde el tomate, de una huerta muy cercana, es la estrella. La suite, confortable y bien equipada, y el desayuno para las tres personas costó 80 euros, un precio que me parece más que asequible. Lo recomendaremos e intentaremos volver.