Hotel Jaqués

Un pequeño hotel hogareño, con una cafetería/restaurante bastante buena y un precio muy bueno. La habitación familiar es muy, muy espaciosa y las camas muy cómodas. El personal, atento y amable. La única pega es que la cafetería/restaurante cierra los sábados por la noche. Céntrico, en una calle peatonal (se puede llegar en coche hasta la puerta) cerca de la catedral, la ciudadela, de los bares, etc. merece la pena acercarse a la cafetería a probar las hamburguesas, las patatas jaquesas.......

Nada q ver con lo q pude comprobar anteriormente. Su cafetería, en la q siempre eras bienvenido sobre todo para tomar su patata, se ha convertido en una dejadez absoluta además de las malas maneras del personal. No está abierto al público como antes, te reciben con cara de pocos amigos. Primero pensé q el camarero tendría un mal día pero la propietaria siguió con la misma pica educación hacia los q preguntábamos sobre el servicio en terraza. Varias mesas tuvieron q recoger su mesa para ser servidos pero no sucedió así. Les dieron el trapo y se tuvieron q sacar las bebidas a la terraza. No tuve ganas de poner queja pues llevé a unos amigos hablándoles del trato tan agradable y lo bueno q estaba su patata. Me avergoncé y pensé q con razón no quedan las camareras buenas ya q están en otro restaurante. Acudiré de nuevo y si me tratan tan mal pondré la reclamación correspondiente ya q al ir con otras personas no quise perder más el tiempo.

Hotel céntrico , cerca de las tiendas y restaurantes. Habitaciones amplias y limpias, personal muy amable y dispuesto a ayudar.El precio muy bien para ser festivo. Desayuno rico.Es una zona bastante concurrida cerca de los objetivos turísticos y por ende un pelín difícil de aparcar en zonas comunes.

Estuve 2 días comiendo y fenomenal. Tienen un menú de 30€ en el que incluyen unos entrantes : Patata asada Jaqués, (buenísima) una ensalada de tomate, cebolla y ventestresca bien rociado de aceite virgen, unas migas MUY buenas y luego de segundo a elegir: media paletilla ternasco asado, espectacular y con sus patatas asadas muy buenas y otra opción: Entrecot, con muy buen sabor y botella del somontano, finalizando con postres. Un acierto ese menú especial. Al día siguiente fuimos de menú diario. 6 platos de primeros y segundos a elegir. Todo ello con muy buena pinta, cada día cambian todos los platos, solo deben tener fijo la pata asada Jaqués, marca de la casa. Pedimos berenjena rellena y grande, jugosa y con muy buen sabor, de segundo: Merluza a la romana, y cola de Rape, todo muy bueno por 16,5€ de bebida solo incluye agua, el pan de hogaza, bueno también. El servicio, un poco estresado 🤷, pero correcto y disculpándose por las molestias que hubieran podido ocasionar, al menos educados, aunque un mal día lo puede tener cualquiera. Buena opción de comida casera y precio razonable en Jaca. En pleno centro.