Guest User
August 29, 2023
He estado una semana en este lugar y aunque el hostal tiene cierto encanto (tiene una terraza preciosa) mi experiencia ha sido horrible. He vuelto un día antes de lo reservado y pagado. Parte de mi mala experiencia ha sido por una equivocadísima elección mía en el momento de escoger lugar (hotel y lugar) y parte por la poca honestidad , empatía y amabilidad por parte de Llúcia, la encargada y dueña del local. Si en un hostal de únicamente 6 habitaciones una de ellas decide irse antes aún perdiendo dinero, lo lógico es preguntarle al cliente qué pasa, por qué decide irse antes. Pues ni eso. Escogí este hostal porque lo vi anunciado en una web que informa de lugares que están bien para ir con tu perro. Además, lo incluían dentro de su apartado de lugares ideales si viajar. Antes de escribir esta reseña ya he hablado con la persona creadora de la web para explicarle mi experiencia (su respuesta ha sido muy amable). Yo viajo sin coche, no tengo carnet, y así se lo dije a Llúcia cuando le escribí para hacer la reserva ya que mi idea era visitar algunos lugares del Delta en bici. El hostal está ubicado en un lugar muy alejado de todo, incluso de un supermercado o una mísera tienda para comprar agua. Nada más llegar alquilé una bici con carrito para mi perra y al segundo día la tuve que devolver. El brutal calor y humedad y la escasez de sombras de las rutas las hace inviable (sólo una de ellas era más corta y con algo de sombra)). Hubiese agradecido a priori un poco de honestidad respecto a esto, teniendo en cuenta que la bici iba a ser mi único medio de transporte, y no una vez que había decidido devolverla que es cuando me confirmó que con este calor y las largas distancias sólo se podía hacer una ruta (de 8...). Voy a trabajar en bici desde hace casi 20 años y tengo 10 km ir y 10 km volver, estoy en forma pero no soy Alberto Contador. El resto de días tuve que tirar de taxis (un único taxi disponible en todo el pueblo y sin taxímetro....que no se si es legal o no, pero no tenía donde escoger) ya que si viajas con un perro no se puede subir a un autobús. El elevado precio de los viajes en taxi no me permitió poder ver apenas el Delta de l'Ebre. Por suerte el hostal está muy cerca de un lugar llamado Lo Mirador; un bar/restaurante con unas vistas al río espectaculares, una comida riquísima y mucha simpatía por parte del dueño y camareros. Ha sido mi salvación. En ningún momento Llúcia mostro el más mínimo interés en ver si había podido hacer alguna excursión en taxi o si me podía ayudar o acercar a algún sitio del pueblo. Por suerte la persona que la ayuda en los desayunos y que limpia el hostal era un encanto. Por cierto el día que me fui y justo a la misma hora Llúcia se fue con su coche al pueblo de l'Ampolla, donde hay estación de tren, y ni tan siquiera se ofreció a acercarme (como no, tuve que ir en taxi). En su instagram el Hostal parece un lugar con animación y vida, sobretodo en la preciosa terraza/patio que tiene (ella es sumiller
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