Evenia Monte Alba

Nos alojamos en el Monte Alba para esquiar en la pista de esquí de Cerler. La ubicación del hotel es perfecta, a pie de pista y del telesilla del Molino que te lleva directamente a cota 2000. Elegimos una habitación familiar con régimen de media pensión. La habitación era abuhardillada, estaba reformada y contaba con un pequeño recibidor, a la derecha una habitación con puerta y una cama de matrimonio y a la izquierda dos camas y un amplio baño. Quizá al ser abuhardillada agobia un poco al no contar con una ventana que permita ver el exterior pero como apenas estuvimos en la habitación, no fue problema. Tanto el desayuno como la cena es tipo buffet, con mucha oferta de platos. En cuanto a la piscina, lo que más echamos de menos es que el agua estuviese un poco más caliente ya que no se terminaba de estar cómodo en la piscina. Sin duda lo que mas nos gustó fue la ubicación. Tener las pistas a 2 minutos andando es una gran ventaja, y eso que cuando estuvimos no había nieve en Remascaró. Si la hubiese habido, ni siquiera hubiese hecho falta coger el telesilla del Molino para que los niños hubiesen recibido las clases, y hubiésemos podido bajar esquiando hasta la base de la estación.

Somos una familia de 2 adultos, una niña de 2 años y un bebé de 11 meses. Después de 4 horas de trayecto en coche... Llegamos y nos dicen que la reserva no es correcta, que ella, Amaia, tiene una reserva de 2 Adultos y una niña. Después de decirle que nosotros habíamos hecho bien la reserva con Destinia... Ella se empeña que es cosa nuestra y que deberíamos comprobar bien la reserva, pues a ella le viene dada por un intermediario. Total que al final nos dice que nos tiene que cambiar la habitación porque en la que nos han preparado no cabemos. Llamé el 9 de agosto para pedir una cuna y allí dije claramente que éramos 4 e incluso la chica me dijo uy dos cunas complicadas... También pregunté el tema de las alergias y me dijo que al llegar lo comentara cosa que hice y me dijo que lo tenía que haber dicho antes... Hacemos el checkin... Fotocopia el DNI, me hace firmar unos papeles y nos dicen que nos tenemos que esperar. Llamamos a Destinia y ellos llaman al hotel para decir que ha sido culpa de su intermediario. Mientras esperamos en una sala de TV comiendo unos bocatas que habíamos traído, cosa que nos podía indicar que disponían del bar y que tenían tronas. Nos ven y nos dan la llave sin ningún tipo más de explicación( horarios, servicios, instalaciones...). Aquí ya me desmonté porque ni tan siquiera nos habían explicado nada, nos han hecho sentir clientes de segunda, nos han ensombrecido nuestras tan ansiadas vacaciones.Nunca, nunca ni en el hotel más remoto de Tailandia por decir alguna rincón del mundo, nos han hecho comprobar una reserva ( cosa que hicimos bien) ni nos han hecho sentir tan mal ni nos han fastidiado las vacaciones. Después se disculpó, pero ya el daño estaba hecho. Además nos dieron una habitación sin balcón, cosa que en la reserva ponía que había. El balcón nos hubiera ido genial para tender las toallas, bañadores,, poder estar con mi marido mientras ellos duerme....Nuestra habitación daba encima del bar donde hacen la animación y donde ayer eran las 22:45h terminaban el bingo. Muy poca empatia y falta de trato a cliente/ profesionalidad. Hoy al devolver la llave ni nos han preguntado cómo ha estado nuestra estancia....claramente no volveremos y es una lástima porque tienen profesionales como la copa de un pino tanto en sala, en la cocina, bar o animación . Gracias al metre Fernando un profesional como los de antes que sabe llevar a su equipo bien organizado y recuerda los pequeños detalles. El servicio de restauración digno de un hotel de 4 estrellas, gracias Fernando, Marina, Claudia, Javier, Juanjo...Sin olvidarnos de Elena y Arantxa, dos mujeres de animación que te asesoran y te hacen sentir como en casa. También a cocina por la paciencia y el cariño que cocinan, especialmente con el tema de las alergias. Instalaciones correctas. Plus la piscina cubierta aunque no climatizada. Me ha gustado mucho el espacio de almacenaje que tienen las habitaciones Podíamos haber dicho lo de la habitación sin balcón, pero para qué. En fin,

Hemos pasado una semana genial. Hemos ido con nuestro hijo de 3años, hay excursiones todas las mañanas (gratuitas) guiadas por Elena y Arantxa que son un amor, son las animadoras, por la tarde abren el club para que los más pequeños jueguen y por la noche en el bar dan animación haciendo juegos para los peques y los mayores! El restaurante es buffet y bastante bien, variedad buena, ensaladas, carnes pescado, arroz, pasta, platos de cuchara, postre. Desayuno muy completo. Tienen piscina que es un puntazo enorme. Los camareros encantadores sobretodo Javier y Marina que no han podido ser más amables y acogedores. El jueves el hotel montó una barbacoa buenisma donde nos juntamos todos y de verdad fue genial. Desde luego me voy superfeliz de lo bien que lo hemos pensado y de haber visto a mi nene tan feliz. Lo único que puedo decir es que las habitaciones necesitan una reforma pero ya está, en estos sitios la habitación la usas solo para dormir y hemos dormido los tres muy bien. Y por cierto!! No podéis perderos el cocktail San Francisco BUENISIMO!

Nos alojamos por un fin de semana. De los últimos que hay subiendo hacia las pistas de esqui. Justo al lado del rio. Habitación limpia y amplia con balcón. Buffet libre con alternativas, no hay mucha variedad, pero tanto la comida como el personal de sala bueno. Dispone de gran parking y piscina para los dias de mas calor. Se respira tranquilidad. Al hacer el chek-out tuvimos que volver a utilizar la habitación y muy atentas y amables Miriam y Amaia nos dejaron entrar. Estamos muy agradecidos por este gesto y querríamos destacarlo. Después de visitar tantos hoteles quiero recomendarlo porque vale mucho la pena. Buen hotel.

Muy buen servicio y atención al cliente. Antes de realizar la estancia, llamamos unos días antes para avisar que no llegábamos a la hora del check in. Teníamos media pensión y teníamos por nuestra cena el primer día. Aún no teniendo nuestra reserva a punto, se guardaron un tip y nos dijeron que nos dejarían cena preparada. El día de llegada, vamos a realizar el check in y nos comenta que había una fiesta de moteros y que nos habían dejado en una habitación en el tercer piso y en el lado opuesto a la zona donde se realizaba dicha fiesta. Nos dejan la tarjeta de la habitación y dicen que nos esperan para llevarnos al comedor para cenar. Cena para dos muy completa y caliente. Desde el primer día una atención y cuidados a los clientes, que sin duda merecen dicha reseña. Buffet libre en el desayuno y en la cena, muy variado y todo de 10. Gracias a todo el equipo que hace posible una estancia tan agradable. Desde Amaia el primer día por teléfono, a sus compañeros de recepción y los camareros de la zona de comedor. Repetiremos