Acea do Bubal

De entrada, muy poca vergüenza a la hora de recibir a las personas. Después de haberme confirmado (a las 13:30) que no había problema para comer 4 pax, me recibe la dueña diciendo que no, que “tiene que ver la logística” pero que o me como una parrillada o nada. Le decimos que no tenemos problema por esperar hasta más tarde si lo que urge es la cocina. (Toda la terraza y el salón vacíos) y nos da el OK. Nos tomamos una cerveza de mientras, esperando a que pase el tiempo y luego con más tranquilidad pedir. Después de atender a una mesa justo al lado nuestra (sobre las 14:30), de la que oímos la gran variedad de platos que ofrecen, nos atiende diciéndonos de nuevo que o churrasco o nada. Que no va a tener la chef a expensas de platos al gusto. Y que si queremos nos prepara unas tostas. Definitivamente muy muy desagradable. No lo recomiendo, y es una lástima porque es un sitio que conozco desde pequeña y que he recomendado fervientemente. Pero ya, sintiéndolo mucho, nunca más. El cambio de propietario veo que ha sido una mala decisión.

Un sitio encantador, paraje natural increíble. El hotel muy bonito con una terraza a orilla del río espectacular respirando tranquilidad. Habitación super cómoda. La cena estuvo riquísimo todo y la atención, con nueva gerencia, son unas chicas encantadoras. Para repetir fijo.