Carmel Cumbuco Resort

Posto magnifico, ci sono molte aree differenti con numerosi idromassaggi e zone fronte mare, puoi trovare molta intimità e riservatezza. Il personale è molto disponibile e pronto a soddisfare ogni richiesta. Il ristorante non è il massimo, la colazione ,anche se molto varia, le pietanze hanno poco sapore. Le stanze sono molto belle e spaziose, ma sarebbe opportuno effettuare più attenzione nella pulizia del bagno, c’è molto calcare nella doccia e i tasti della luce non vengono regolarmente puliti.

Elegimos este lugar para celebrar nuestro 1er aniversario. Al reservar nunca nos respondieron el mail, después se contactaron por whatsapp ofrecieron disculpas y nos ofrecieron una sorpresa en la habitación para nuestra celebración. Lo que llego de sorpresa NADA.. Al igual que el servicio no quería ni siquiera esforzarse en hablar español, varios nos evitaban. Y eso que también hablamos inglés pero sobre todo una Sra en el desayuno fue muy evidente. Un solo mesero en la cena de restaurant nos fue a hablar por la pésima experiencia con la comida. Las peores macaxeiras, blandas sin crocante. La peor Carne seca, y el Caranguejo sin sal. Pedimos Mayonesa y de todo para arreglarlo lo demás lo devolvimos y llego un poco mejor. Después comimos en Cumbuco y la comida era espectacular. Les recomiendo alojar y comer fuera. Desayuno bueno pero para hacer unos huevos pochados costo nos entendieran. Se lo dije en Frances, Español e Inglés. Después un omelette pedí jugoso y llego como un crepe seco. Falta más entrenamiento del Chef en servicio y cocina. Un huevo poche debe estar envuelto en la clara no cocido en agua. El agua lleva vinagre y estragon. El nivel y precio del hotel exige calidad. Precio calidad en restaurant no está al nivel de sus instalaciones. Limpia, confortables y la piscina muy bien mantenidas. Las bañeras de hidromasaje muy buenas. Desayuno fuera de lo demás tiene lo necesario. Café filtrado podría mejorar después de un tiempo en la maquina sabe a quemado. Personal de recepción muy mal nos hablaban en portugués rápido al check out no entendíamos nada. Después de pedirle que hable más lento recién dejo de tratarnos como un robot. Ni siquiera nos ofrecieron un trasporte de regreso , coordinarlo o preguntarnos, así que tuvimos que optar por uber. Les falta sensibilidad hotelera. Personal serio poco sonriente si siempre dispuestos pero el alma brasileña no se siente en ninguna parte. Es un hotel diseñado para brasileños no turistas ni menos personas que gustan de la buena gastronomía.