Hotel Fontecruz Ávila

Nach unserer Ankunft gingen wir sogleich ins Restaurant bzw. wurden in einen Nebenraum geführt. Die Fenster waren geöffnet und die Gardinen standen waagerecht im Raum. Die wenigen Tische waren nicht eingedeckt, dafür aber ein großer Tisch samt Stühlen komplett mit einem weißen Tuch bedeckt wie im Abstellraum. Wir setzen uns und bekamen eine Speisekarte zu zweit, die den verblüfften Gästen am Nebentisch entrissen worden war. Niemand konnte englisch und wir bestellten irgendwas aus der sehr übersichtlichen Karte. Es gab zwei Weine zur Auswahl - rot und weiß. Die Bedienung war überaus gehetzt und unfreundlich. Im Zimmer zog es, es war kalt. Das kümmerte niemanden. Dann kam der Wein, wurde verschlossen auf den Tisch gestellt. Wir riefen den Kellner zurück, der grad am Nebentisch Wein eingeschenkt hatte. Er klemmte sich die Flasche unter die Achsel und öffnete unseren Wein. Wassergläser bekamen wir keine, die holten wir uns vom Nebentisch. Neben uns stand eine Kommode, in deren Schubladen Besteck sehr geräuschvoll aus einer großen Wanne gefüllt wurde. Einiges fiel dabei auf den Boden. Das Essen war sehr derb, fettig, lieblos angerichtet. Man sollte sich von den hübschen Bildern nicht täuschen lassen - einzig die Zimmer sind hübsch, ansonsten ist alles in die Jahre gekommen und auch der Garten mit Pool recht heruntergekommen.

Precioso hotel en medio de la naturaleza, piscina, buffet desayuno, pero sobre todo el personal, amables, cordiales y discretos. Sobre todo Javier Palomo que es un encanto. Las habitaciones amplias y limpias. Mil gracias, volveremos sin duda.

Los pasados 8 y 9 de septiembre nos alojamos un grupo familiar de 45 personas y las experiencia ha sido excelente. El trato del personal ha sido muy profesional y muy agradable durante nuestra instancia. La habitaciones son amplias y confortables y muy limpias y bien dotadas de mobiliario, con un baño dotado de bañera y ducha separados. Los espacios comunes de la planta baja- recepción son amplios, muy cómodos y se adaptaban muy bien a las necesidades de sobremesa de grupos familiares como e nuestro. Cenamos el viernes y el sábado en el hotel y quedamos muy satisfechos, tanto con la calidad del servicio como de la comida. La mayoría de los componentes del grupo ha propuesto volver el próximo año.

Al llegar a nuestra habitación estaba el sofá cama con la cama desplegada, como no quisieron recogerla nos cambiaron a una habitación peor. El sistema de apertura de la puerta con tarjeta no funcionaba bien, tardábamos en poder abrir. No había agua caliente en la ducha por la tarde noche. Partes de la habitación estaban viejas y deterioradas. El aseo de la piscina era para hombres y mujeres, y no sé podía cerrar la puerta. El desayuno estaba bien , lo mismo que la piscina y el jardín.

Aunque las habitaciones son muy grandes y limpias, la probabilidad de que te toque una boda, un cumpleaños o cualquier celebración es grande y los alojados en el hotel pasan a segundo plano. La comida no es muy buena en relación con el precio. Por las noches hay mucho ruido, nos toco una habitación donde se oía una máquina que no nos dejaba dormir. Por el día se oyen los disparos del campo de tiro que hay cerca. El personal muy amable.