Albergue Vía Láctea

¡La mejor sorpresa de mi Camino (desde Sarria a Santiago)! Borja e Inma me hicieron sentir como en casa, la limpieza es impecable, las duchas tan amplias y cómodas, que una no quería salír de ellas. La terrazita de atrás es un encanto e isla de paz. La cocina lo tiene todo y más. Los peregrinos estaban haciendo cenas ricas y yo aproveché para prepararme el desayuno. Buenísima gente la familia que lleva este hotelito, se nota en el trato y en los detalles. Regresaré! Muy muy recomendable!

Durante mi estancia en Arzúa, me alojé en un albergue que, aunque estaba bastante masificado, dejó una impresión positiva en general. A pesar del elevado número de peregrinos que se alojaban allí, el albergue logró mantener un alto estándar de limpieza y cuidado en todas sus instalaciones. Uno de los aspectos más destacados fue la limpieza. Las habitaciones y las áreas comunes estaban impecables, lo cual es especialmente apreciado en un lugar con tanto tránsito de personas. Las zonas comunes, como la cocina y las áreas de descanso, estaban muy bien cuidadas, ofreciendo un espacio agradable y cómodo para relajarse después de una jornada de caminata. Además, el albergue proporcionaba sábanas de desecho, lo que añadía un plus de higiene y comodidad a la estancia. Esta atención a los detalles, junto con la limpieza constante, hacía que el ambiente fuera mucho más agradable y acogedor, a pesar de la gran cantidad de huéspedes. En resumen, este albergue en Arzúa es una excelente opción para los peregrinos que buscan un lugar limpio y bien cuidado, incluso en tiempos de alta ocupación. A pesar de la masificación, la calidad del servicio y el mantenimiento de las instalaciones aseguran una experiencia positiva. ¡Un sitio bastante bueno para descansar y continuar el Camino!

Cuidado al venir a este albergue, éramos un grupo numeroso y el trato con el personal es completamente pésimo, el recepcionista nos ha levantado la mano A MENORES y nos ha sacado del albergue antes de tiempo, las camas incomodisimas con posibilidad de chinches, en lo personal no recomendaría este albergue ni a mi peor enemigo, también el recepcionista es un machista grandísimo, uno de mis compañeras tuvo una equivocación y por poco la agrede, no sabemos si es porque somos andaluces, si era por el grupo numeroso o porque pero trato pésimo, si están pensando en ir a este albergue, no lo recomendamos nada, las camas olían mal y las sábanas no eran cómodas, acudid a otro albergue porque como es en nuestro caso que estamos haciendo el camino de Santiago, no hemos podido descansar y hemos tenido que aguantar otro día en otro albergue para poder hacer la siguiente etapa, pésimo servicio y comodidad.

Servicio de 10 la chica que te atiende en recepción háblame y simpática Las habitaciones amplias los baños grandes y cómodos para ducharte Tiene un patio amplio y curioso sin duda lo recomiendo Limpieza muy buena

Muy mal porque habían chinches, el dueño no nos dio ninguna solución, no nos reubicó en otro albergue, ni nos ayudó en nada, al contrario. Su mujer insultó a la guía de mi agencia con la que hacía el camino, dijo que las “mujeres éramos unas guarras que dejábamos los tampax en el baño”. Por lo que veo en los comentarios tienen chinches y garrapatas hace años y no ponen remedio. Al volver varias compañeras tuvieron que ir al hospital por picaduras de chinches. No entiendo como no cierran el albergue. INDIGNANTE.

Íbamos asustados por los comentarios pero eran completamente erróneos el lugar es de los mejores albergues donde nos hemos alojado en toda nuestra peregrinación tuvimos bastante intimidad estaba súper súper limpio olía muy bien y los baños estaban impecables los dueños súper simpáticos y serviciales atentos para cualquier necesidad además las instalaciones eran grandísimas