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August 27, 2024
Estuvimos con un numeroso grupo, 144 comensales, cenando en la borda de Casa Irene, en el corazón del Valle de Arán hace unos días, ya conocíamos el restaurante de ocasiones anteriores y volvió a sorprendernos gratamente. Tanto los aperitivos, fideuá, embutidos ibéricos, quesos del Pirineo, como los platos principales, merluza, cordero y los postres , tarta fina de manzana, crema de Flor de azahar, resultaron exquisitos. Con buen servicio, sin espera entre platos y con un ambiente fresco, agradable y acogedor. Excelente relación calidad precio. Totalmente recomendable.
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