Pousada Gammel Dansk by Latitud Hoteles

A subida do carro para estacionar é horrível e as escadas para acesso tbm é bem cansativa. A pousada em si é boa. Quartos limpos e confortáveis!

Ficamos por breve tempo, mas o hotel nos surpreendeu. Voltaremos com certeza

Lo bueno: ubicación, habitaciones amplias, muy buena pileta y el desayuno!!! Lo malo, nos tocó una de las últimas habitaciones, subiendo más de 100 escalones al intemperie cada vez q precisamos ingresar (nos tocaron días de lluvia continua y ni un paraguas te prestan) Están remodelando/ampliando justo en el final del complejo (detrás de nuestra habitación) así que los albañiles desde temprano trabajando… Nos quedamos sin agua (nos dijeron en 10’ estaría solucionado y estuvimos más de doce horas sin agua, incluso tuvimos q volver a reclamar porq “pensaban” que ya teníamos y No. Nos quedamos sin luz (día de lluvia). No andaba el teléfono. El personal de recepción muy atento pero muchas veces sin poder de resolución (ejemplo, no teníamos donde colgar la ropa, ni siquiera una silla, pedimos y nos dicen “no hay”, si pasas por otras habitaciones y tienen mesita con tres sillas no puede ser que no consigan una silla)… Una tarde volvimos a descansar (siesta) y se pusieron a hidrolavar nuestra entrada con cloro (el ruido no nos dejó descansar) Esas cuestiones como importantes luego había otras cuestiones más pequeñas (unas cuantas) que podrían haber hecho nuestra estadía mucho mejor pero se vé que desbordan y prefieren dejar pasar el tiempo y no hacer nada. Los detalles cuentan! Y si por ejemplo está diluviando, bajas esas escaleras a comprar al bar (para cenar), no tienen ya nada, preguntas en recepción y te dan un folleto de una pizzería que estaba cerrada, no está bueno, hay que dar soluciones, uno va a descansar y disfrutar, empatía por favor!

Al momento de realizar el check out, olvidamos $40.000 argentinos y Uss$280 dentro de la caja fuerte, como teníamos que esperar el transfer hacia el aeropuerto permanecimos en el comedor, 40 minutos después nos percatamos de la falta de dinero. Pedimos subir a la habitación, que no había sido aseada pero había ingresado personal a chequear consumo del Frigobar. El dinero no estaba, por supuesto. Informamos esta situación a quien se encontraba en recepción, no hizo más que tener gestos de burla. Pedimos respuesta a la situación, nadie nos ayudó. Ni siquiera con un llamado a la policía, ya que no hablamos portugués, ni con la amabilidad de indicarnos adonde encontrar la dependencia policial más cercana. Hemos hecho la denuncia, nadie se disculpo. NADIE NOS AYUDO, estuvimos absolutamente contenidos por otros huéspedes argentinos. Es una vergüenza, que no tengan empatia con situaciones así. Y peor aún, que tengan personal que obra de tan mala fe, incluso sabiendo que el error fue nuestro. Tenía una reserva por 5 días más, que debido a las circunstancias pedi me la cancelaran, ya que no siento seguridad con mis cosas en este establecimiento, la respuesta fue QUE LA POLÍTICA DE CANCELACIÓN ES LA MISMA PARA TODOS, INDISTINTAMENTE DE LA SITUACION. SI QUERIA CANCELARLA, QUE LO HAGA QUE SE ME COBRARÍA EL TOTAL DE Uss 1000. No conforme con lo que me sustrajeron de dinero, debía abonar la cancelación y seguir perdiendo dinero. Así que, permanezco en el hotel, en una habitación que está llena de cucarachas. Experiencia NEFASTA. NO VOLVERIA, Y SIN DUDAS NO LO HOY A RECOMENDAR.

Hay algo que debería saberse y que NO lo dicen en ningún sitio donde se promueve este alojamiento: El acceso y circulación por la posada, es ultra dificultoso. Solamente el desayunador y la pileta son planos. El resto es escaleras y más escaleras porque está emplazada a lo largo de un morro. Me dirán que Buzios es así? Pues claro! Pero hay alojamientos más bajos y muy bien emplazados con iguales servicios. En lo que a mí respecta, encontrándome con alguien con un impedimento severo para el ascenso, nos dieron la última habitación, que no tiene el teléfono conectado por lo que no podés contactarte con conserjería (120 escalones contando desde la calle, habitación 61) Sin posibilidad de cambio y desligándose de toda responsabilidad porque "debería haberlo dicho la agencia de turismo", allí transcurrimos nuestra estadía. Rectifico: nos dieron un número de WhatsApp para comunicarnos pero que leen desde la computadora si es que lo abren. En su propio sitio no advierten sobre esto. En síntesis, si poseen alguna dificultad para moverse, operación de rodilla o similar, NO VAYAN. Todo lo bueno se desluce por esto mismo. Y la realidad es que eso bueno lo tienen prácticamente todas las posadas del mismo nivel.

Mi experiencia en Gammel Dansk en Búzios fue, lamentablemente, decepcionante. El hotel no es apto para personas con problemas de motricidad, ya que no cuenta con rampas y tiene una gran cantidad de escaleras. En total, hay 124 escalones entre la entrada principal y las habitaciones, lo que hace muy difícil el acceso, especialmente para personas con dificultades de movilidad. Además, el personal de recepción no fue del todo honesto cuando solicitamos un cambio de habitación debido a la incomodidad de las escaleras. Nos informaron que no había disponibilidad, pero más tarde descubrimos que había otras habitaciones disponibles. Esto dejó una mala impresión sobre la transparencia y la atención al cliente. El desayuno fue bastante básico, con pocas opciones y sin ninguna variedad destacable. No se siente como una oferta completa, especialmente cuando se compara con otros lugares en la zona. Además, el hotel no cuenta con servicio de restaurante, lo que limita aún más las opciones gastronómicas si no se desea salir. En cuanto a la ubicación, está a una distancia media del centro comercial, lo que implica un paseo algo largo si no se cuenta con vehículo. Las habitaciones son normales, sin grandes lujos, aunque la limpieza estuvo bien. Un detalle particularmente molesto fue la puerta del baño, que es de vidrio esmerilado. Esto provoca que entre luz constante, lo cual puede ser incómodo, sobre todo si prefieres descansar en un ambiente oscuro y relajado. La atención en la barra de la piscina también dejó mucho que desear. El servicio fue mediocre y el personal no se mostró particularmente interesado en brindar una experiencia agradable. En resumen, la posada Gammel Dansk tiene varios puntos negativos que deben ser tomados en cuenta, especialmente si tienes problemas de movilidad o buscas un servicio más personalizado. No volvería a hospedarme aquí debido a la falta de atención a los detalles que realmente marcan la diferencia en una estadía.