Hotel Mary Carmen

Es confortable y muy limpio el lugar, su vista hacia la ciudad es agradable y sus habitaciones son silenciosas ideales para descansar, su restaurante tiene una variada alimentación muy bien preparados y exquisitos. Son muy cordiales y cuentan con parqueadero, su ubicación es perfecta para visitar la ciudad.

El personal del hotel, es muy bueno, muy formales y prestos para ayudar; de hecho Wilmer quien nos ayudó a subir el equipaje, nos sorprendió con su servicio incluso en el desayuno. Lo malo fue la limpieza en la habitación, para una tarifa de $100 usd, uno espera que su habitación este impecable, más para una ciudad como Ambato, en los baños, los lavabos están un poco tapados, pues el agua tarda en irse cuando abre la llave, por ende después de usarlo, se imaginarán que todo queda ahí. Los basureros de los baños al momento de moverlos, existe polvo y pelos atrás del mismo así como de la tasa del servicio higiénico. Nos dieron una habitación connecting, en la que le tocó a mi hijo tenía una litera y una cama individual, en la cama superior de la litera al momento de poner la mano salía polvo, la cama tenía una capa de polvo en su tendido y algunos pelos de mujer. Sabemos que no cuentan con taxis que trabajan para el hotel, por lo que llaman a compañías externas, esa información hubiera sido útil al momento de solicitar un taxi al hotel para poder llegar al mismo cuando salimos, de un concierto a donde nos hospedamos, al momento de pedir un taxi, hubo una cadena de errores, que nos tomó 30 minutos de espera, noche, con mujer e hijo y que nos decían que ya llamaron y que ya nos iban a ver, pero terminamos buscando un medio de transporte por nuestro medio. La relación calidad precio, no me parece óptima, hoteles en la ciudad de Quito, de cadena y boutiques por menor valor en tarifa, de $60 a $100, tienen taxis que trabajan para el hotel, mejor servicio, y una limpieza impecable en cuestión polvos, pelos, residuos y sábanas